Telemedicina versus atención al paciente cara a cara: efectos sobre la práctica profesional y los resultados de la atención a la salud

ANTECEDENTES: La telemedicina es el uso de la tecnología de las telecomunicaciones para el diagnóstico médico y la atención al paciente. Desde sus inicios la telemedicina se ha usado en una variedad de campos de atención a la salud, aunque la diseminación del interés entre los proveedores de atención a la salud solamente ahora se ha hecho aparente con el desarrollo de tecnologías más sofisticadas. OBJETIVOS: Evaluar los efectos de la telemedicina como una alternativa a la atención del paciente cara a cara. ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: Buscamos en el registro especializado del Grupo Cochrane para una Práctica y Organización Sanitaria Efectivas, la Biblioteca Cochrane, MEDLINE (1966- agosto 1999), EMBASE (hasta 1996), CINAHL (hasta agosto 1999), INSPEC (hasta agosto 1996), Healthstar (1983-1996), OCLC, Sigle (hasta 1999), Assia, SCI (1981-1997), SSCI (1981-1997), DHSS-Data. CRITERIOS DE SELECCIÓN: Ensayos clínicos aleatorios, estudios controlados antes-después y series de tiempo interrumpido que compararan la telemedicina con la atención al paciente cara a cara. Los participantes fueron profesionales de la salud calificados y los pacientes recibieron atención a través de telemedicina. OBTENCIÓN Y ANÁLISIS DE LOS DATOS: Dos revisores evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos independientemente. RESULTADOS PRINCIPALES: Se incluyeron siete ensayos que involucraron más de 800 personas. Un ensayo trató acerca de la telemedicina en el departamento de emergencias, uno sobre consulta por vídeo entre la atención primaria de salud y el departamento de pacientes ambulatorios del hospital, y el resto con el suministro de atención de salud o auto-monitorización de pacientes con enfermedad crónica. Los estudios parecen haber sido bien realizados, aunque el número de pacientes fue pequeño, excepto en uno. Aunque ninguno de los estudios mostró efectos en detrimento de alguna de las intervenciones, ninguno de ellos mostró beneficios inequívocos y los hallazgos no constituyen evidencia de la seguridad de la telemedicina. Ninguno de los estudios incluyó un análisis económico formal. Todos los aspectos tecnológicos de las intervenciones parecen ser confiables y haber sido bien aceptados por los pacientes. CONCLUSIONES DE LOS AUTORES: El establecimiento de sistemas para la atención de pacientes mediante tecnologías de telecomunicaciones es factible, pero hay poca evidencia de sus beneficios clínicos. Los estudios suministraron resultados variables y no conclusivos para otros resultados tales como medidas psicológicas, y datos no analizables acerca del costo efectividad de los sistemas de telemedicina. La revisión demuestra que se necesitan investigaciones adicionales y que es factible llevar a cabo ensayos clínicos aleatorios sobre las aplicaciones de la telemedicina. Los rectores de políticas de salud deberían ser cautos acerca de recomendar el incremento del uso y la inversión en tecnologías no evaluadas.